domingo, septiembre 30, 2007
domingo, septiembre 16, 2007
Pablo y su novia.
jueves, septiembre 13, 2007
lunes, septiembre 10, 2007
domingo, septiembre 09, 2007
viernes, septiembre 07, 2007
El viejo Colegio Normal de San Fernando.
El lector empastillado
La felicidad en dosis
Por Mex Urtizberea
Para LA NACION
En este mundo que nos toca uno hace lo que puede, y si no lo compra hecho: en forma de pastilla.
Si el mundo nos duele, antidepresivos. Si nos pone nerviosos, tranquilizantes. Si lo sentimos vacío, estimulantes. Si lo sentimos exigente, ansiolíticos. Si lo sentimos insomne, somníferos. Si lo sentimos frustrante, anfetaminas.
En este mundo apurado y urgente, sin tiempo para fortalecer las debilidades, de a poco nos vamos enfrascando, cada uno en su frasco chico. O en frasco mediano o grande; o en cajas, tabletas o unidades sueltas.
Este mundo que nos toca será amarrete en muchas cosas, pero es muy generoso en pastillas.
Pastillas para el amor, para el sexo, para bailar. Pastillas para dejar de fumar, para adelgazar, para no tener hambre. Pastillas para autobroncearse, para tener más músculos, para tener menos problemas. Pastillas para estar más arriba, para estar más abajo, para no estar.
Pastillas para soportar la añoranza de una infancia perdida de pastillitas Punch. Pastillas para soportar la añoranza de una adolescencia dorada de pastillas de menta antes de besar. Pastillas para no recordar, para la memoria, para olvidar.
En este mundo que nos toca, con sus exigencias y su indiferencia, parece tan difícil alcanzar la felicidad que es tentador comprarla hecha, en forma de pastilla.
Si el mundo nos resulta un poco hostil, media pastilla. Si nos resulta muy hostil, una entera. Si no hay tiempo para tratar el origen del descontento, sus causas y sus razones, alegría en miligramos. Si el descontento es porque sí, el doble de miligramos. Si no hay tiempo para tratar el origen del miedo que nos paraliza, sus causas y sus razones, una dosis de tranquilidad. Si el miedo es porque sí, dos dosis.
En este mundo en el que nos toca vivir, tan demandante de perfecciones, de éxitos individuales, de existencias superficiales, uno da lo que cree que puede dar, y el resto se lo pide prestado a las pastillas.
Pastillas para distraerse; para no distraerse. Pastillas para descansar; pastillas para no estar cansado. Pastillas para no desear; para desear. Pastillas para aquietar lo que se ha movilizado; para movilizar lo que se ha quedado quieto. Pastillas para cortar una adicción y cambiarla por una adicción a las pastillas. Pastillas para cortar la adicción a las pastillas para cortar la adicción.
En este mundo que nos toca, en donde las debilidades están tan mal vistas, cada uno hace lo que puede con ellas, de a poco más enfrascados cada uno en su propio frasco. Y así de tranquilizados, de antideprimidos, de estimulados, de somnolientos, logramos afortunadamente aceptar este mundo que nos toca. No sea cosa que un día nos despertemos, y se nos antoje cambiar el mundo por uno en el que todos podamos ser de verdad felices.
Por Mex Urtizberea
Para LA NACION
martes, septiembre 04, 2007
viernes, agosto 31, 2007
Digan cómo. Mex
Por Mex Urtizberea Para LA NACION
Viernes 31 de agosto de 2007 Publicado en la Edición impresa
No digan por un país no sé cuánto, por una provincia no sé qué. Digan cómo. Digan un plan. Digan qué idea. Digan el proyecto. Digan los pasos. No digan para terminar con tal cosa, para continuar con tal otra. Digan cómo. Digan con qué recursos. Digan con qué criterio. Digan con qué medidas. No digan frases vacías. No digan palabras tan generales. No digan “seguridad” si no dicen cómo. No digan “educación” si no dicen cómo. No digan “cambio” si no dicen cómo. Digan cómo. Concretamente cómo. Sinceramente cómo. Digan las respuestas; las preguntas las conocemos todos. Digan visiones reveladoras. Digan algo de los pensadores que leyeron, cuáles rescatan, con cuál disienten. Digan qué saben de filosofía política, digan qué saben de los problemas de la gente. Digan qué saben de economía, digan qué recetas ya fallaron y cuáles aún no se han probado. Digan la historia, las causas. Digan cómo saben lo que saben. Digan algo que no haya dicho nadie, algo que no sepamos. No digan discursos que no dicen cómo. No digan obviedades. No digan vaguedades. No digan sólo los titulares de las cosas. Digan las cosas. Digan con qué cálculos. Digan de qué manera. Digan con qué medios. Digan por cuál camino. Digan cómo. Específicamente cómo. Técnicamente cómo. Detalladamente cómo. Sabiamente cómo. No digan sólo eslóganes. No digan por arriba. No digan “salud” si no dicen cómo. No digan “vivienda” si no dicen cómo. No digan “empleo” si no dicen cómo. No digan lo que ya escuchamos mil veces, lo que ya sabemos de memoria. Digan una que no sepamos todos. Digan y sorpréndannos por lo ilustrados, por lo preparados, por lo sensibilizados. Digan y sorpréndannos por lo creativos, por lo comprometidos, por lo bienintencionados. Digan lo que quieren hacer, pero digan cómo. No digan palabras recitadas. No digan frases hechas por los asesores de imagen. No digan discursos de cartón. Digan cómo. Simplemente cómo. Claramente cómo. Particularmente cómo. Responsablemente cómo. Digan un plan. Digan qué idea. Digan el proyecto. Digan los pasos. Por cuál camino. Con qué recursos. Con qué criterio. Con qué medidas. Digan cómo. Los estamos escuchando. Por Mex Urtizberea Para LA NACION
miércoles, agosto 29, 2007
Noviembre 1967
martes, agosto 28, 2007
Escuela Artigas de San Fernando
Walsh
“Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra” Rodolfo Walsh
viernes, agosto 24, 2007
Mis alumnos. 2007
jueves, agosto 23, 2007
Nuestro grupo de práctica.
jueves, agosto 16, 2007
miércoles, agosto 15, 2007
Los Castilla Sastre y los Voigt en el Castillazo 2006
El Mundo según Casciari (Un capo!!!)
Por Hernán Casciari.
Leí una vez que la Argentina no es mejor ni peor que España, sólo más joven. Me gustó esa teoría y entonces inventé un truco para descubrir la edad delos países basándome en el "sistema perro".
Desde chicos nos explicaron que para saber si un perro era joven o viejo había que multiplicar su edad biológica por 7. En el caso de los países hay que dividir su edad histórica entre 14 para saber su correspondencia humana. ¿Confuso?
En este artículo pongo algunos ejemplos reveladores.
Argentina nació en 1816, por lo tanto ya tiene 190 años. Si lo dividimos entre 14, Argentina tiene "humanamente" alrededor de 13 años y medio, o sea, está en la edad del pavo.
Es rebelde, pajera, no tiene memoria, contesta sin pensar y está llena de acné (¿será por eso que le dicen el granero del mundo?
Casi todos los países de América Latina tienen la misma edad y, como pasa siempre en esos casos, forman pandillas.
La pandilla del Mercosur son cuatro adolescentes que tienen un conjunto de rock. Ensayan en un garaje, hacen mucho ruido y jamás han sacado un disco.
Venezuela, que ya tiene tetitas, está a punto de unirse a ellos para hacer los coros. En realidad, como la mayoría de las chicas de su edad, quiere tener
sexo, en este caso con Brasil, que tiene 14 años y el miembro grande. México también es adolescente, pero con ascendente indígena. Por eso se ríe poco y no fuma ni un inofensivo porro, como el resto de sus amiguitos, sino que mastica peyote, y se junta con Estados Unidos, un retrasado mental de 17, que se dedica a atacar a los chicos hambrientos de 6 añitos en otros continentes.
En el otro extremo está la China milenaria. Si dividimos sus 1.200 años por 14 obtenemos una señora de 85, conservadora, con olor a pipí de gato, que se la pasa comiendo arroz porque no tiene -por ahora- para comprarse una dentadura postiza. La China tiene un nieto de 8 años, Taiwán, que le hace la vida imposible.
Está divorciada desde hace rato de Japón, un viejo cascarrabias, que se juntó con Filipinas, una jovencita pendeja, que siempre está dispuesta a cualquier aberración a cambio de dinero.
Después, están los países que acaban de cumplir la mayoría de edad y salen a pasear en el BMW del padre. Por ejemplo, Australia y Canadá, típicos países que crecieron al amparo de papá Inglaterra y mamá Francia, con una educación estricta y concheta, y que ahora se hacen los locos. Australia es una pendeja de poco más de 18 años, que hace topless y tiene sexo con Sudáfrica; mientras que Canadá es un chico gay emancipado, que en cualquier momento adopta al bebé Groenlandia para formar una de esas familias alternativas que están de moda.
Francia es una separada de 36 años, más puta que las gallinas, pero muy respetada en el ámbito profesional. Tiene un hijo de apenas 6 años: Mónaco, que va camino de ser puto o bailarín... o ambas cosas. Es amante esporádica de Alemania, camionero rico que está casado con Austria, que sabe que es cornuda, pero no le importa.
Italia es viuda desde hace mucho tiempo. Vive cuidando a San Marino y al Vaticano, dos hijos católicos idénticos a los mellizos de los Flanders. Estuvo casada en segundas nupcias con Alemania (duraron poco: tuvieron a Suiza), pero ahora no quiere saber nada con los hombres.
A Italia le gustaría ser una mujer como Bélgica: abogada, independiente, que usa pantalón y habla de política de tú a tú con los hombres (Bélgica también fantasea a veces con saber preparar spaguettis).
España es la mujer más linda de Europa (posiblemente Francia le haga sombra, pero pierde espontaneidad por usar tanto perfume). Anda mucho en tetas y va casi siempre borracha. Generalmente se deja follar por Inglaterra y después hace la denuncia.
España tiene hijos por todas partes (casi todos de 13 años), que viven lejos. Los quiere mucho, pero le molesta que, cuando tienen hambre, pasen una temporada en su casa y le abran la nevera.
Otro que tiene hijos desperdigados es Inglaterra. Sale en barco por la noche, se tira a las pendejas y a los nueve meses aparece una isla nueva en alguna parte del mundo. Pero no se desentiende de ella. En general las islas viven con la madre, pero Inglaterra les da de comer. Escocia e Irlanda, los hermanos de Inglaterra que viven en el piso de arriba, se pasan la vida borrachos y ni siquiera saben jugar al fútbol. Son la vergüenza de la familia.
Suecia y Noruega son dos lesbianas de casi 40 años, que están buenas de cuerpo, a pesar de la edad, pero no le dan bola a nadie. Cojen y trabajan, pues son licenciadas en algo. A veces hacen trío con Holanda (cuando necesitan porro); otras, le histeriquean a Finlandia, que es un tipo medio andrógino de 30 años, que vive solo en un ático sin amueblar y se la pasa hablando por el móvil con Corea.
Corea (la del sur) vive pendiente de su hermana esquizoide. Son mellizas, pero la del norte tomó líquido amniótico cuando salió del útero y quedó estúpida. Se pasó la infancia usando pistolas y ahora, que vive sola, es capaz de cualquier cosa.
Estados Unidos, el retrasadito de 17, la vigila mucho, no por miedo, sino porque le quiere quitar sus pistolas.
Israel es un intelectual de 62 años que tuvo una vida de mierda. Hace unos años, Alemania, el camionero, no le vio y se lo llevó por delante. Desde ese día Israel se puso como loco.
Ahora, en vez de leer libros, se lo pasa en la terraza tirándole piedras a Palestina, que es una chica que está lavando la ropa en la casa de al lado.
Irán e Irak eran dos primos de 16 que robaban motos y vendían los repuestos, hasta que un día le robaron un repuesto a la motoneta de Estados Unidos y se les acabó el negocio. Ahora se están comiendo los mocos.
El mundo estaba bien así, hasta que un día Rusia se juntó (sin casarse) con la Perestroika y tuvieron como docena y media de hijos. Todos raros, algunos mongólicos, otros esquizofrénicos.
Hace una semana, y gracias a un despelote con tiros y muertos, los habitantes serios del mundo descubrimos que hay un país que se llama Kabardino-Balkaria. Un país con bandera, presidente, himno, flora, fauna...y ¡hasta gente!
A mí me da un poco de miedo que aparezcan países de corta edad, así, de repente. Que nos enteremos de costado y que, incluso, tengamos que poner cara de que ya sabíamos, para no quedar como ignorantes. Y yo me pregunto:
¿Por qué siguen naciendo países, si los que hay todavía No funcionan?
Quien corno es Casciari?
Hernán Casciari nació en Mercedes (Buenos Aires), el 16 de marzo de 1971.
Escritor y periodista argentino. Se le conoce por su trabajo ficcional en Internet, en donde ha trabajado en la unión entre literatura y weblog, destacado en la blogonovela. Su obra más conocida en la red, Weblog de una mujer gorda, ha sido editada en papel, con el título "Más respeto, que soy tu madre" .